viernes, 10 de febrero de 2012

Entrevista a Cristo, Santiago de Compostela

P: ¿Que hacías antes del 15M, dónde te pilló?

C: Pues nada, me pilló justo preparando los exámenes de biología, lo cual supuso que el primero que pude preparar sí lo pasase, pero el resto ya no pude.

P: ¿Cómo has llegado a la marcha?

C: Resulta que fui a Madrid a recibir a las marchas, y me dijeron el día antes de salir: ¡oye, que estas marchas van a Bruselas! Y dije: ¡vale! Y me metí en ellas.

P: ¿Y por qué crees que te metiste en las marchas?

C: Sinceramente, no lo sé. Porque me sonaba muy bien el plan aunque fuera de un modo egoísta, de ver Europa, conocer el movimiento en el resto del mundo, y tener más contacto con el pueblo francés, y otras personas, que no solo fuera lo que era España, que ya sabía en líneas generales como iba.

P: ¿Y de qué forma te metiste en la acampada de Obradoiro?

C: Pues un día abrí el Facebook y vi no sé qué de la acampada de L’Obradoiro, y dije: tengo que ir a verlo. Fui hacia allí, y ya me quedé la primera noche a dormir, y luego fui poco a poco, primero a infraestructuras, ya que no conocía las bases del movimiento dije: quiero ayudar, pero de una forma no muy directa; y luego ya, en la medida que fui viendo que el movimiento era acorde a lo que pensaba o a lo que quería, me fui metiendo en partes más activas, como pueden ser la dinamización de asambleas, coordinación, o cosas de ese estilo.

P: ¿Qué has aprendido en la marcha?

C: Jajaja. Lo grande que puede ser la estupidez humana. Jajaja.

P: ¿Qué problemas y qué aciertos ves en la marcha?

C: No puedo enumerar todos los problemas, sería demasiado.

P: Los más gordos.

C: Pues que la gente usa este movimiento en general, y la marcha en particular, para intentar recibir aplausos, para satisfacer su ego, otros muchos lo usan para comer porque no tienen, y para hacer turismo porque no tienen otra cosa qué hacer, y… ufff… ka falta de coordinación entre muchas personas, la falta de implicación y de lucha con el movimiento.

P: Tenemos tiempo, ¿eh? Tenemos treinta y pico kilómetros, no hace falta darte prisa.

C: Por ejemplo, muchas veces, las asambleas populares se convierten en un tipo de asambleas… ¡como si nosotros tuviéramos algo importante que decir! y obviamente nos interesaría más lo que opina la gente de los pueblos y habría que dejarles mucha más libertad a ellos; luego, muchas veces, se llega a consensos que la gente aplaude y luego no quieren asimilar o respetar; otra cosa es que la gente fue muy poco solidaria con temas como la comida, por ejemplo; y que mucha gente, a pesar de ser una marcha, no entienden ese concepto y parece que les vale con ir en autostop, aunque eso viene derivado de la gente que está aquí de vacaciones...

P: ¿Y qué aciertos?

C: Pues hombre, el hecho de que hay muchas personas que sí que están realmente implicadas con la expansión del movimiento, o sea, con el objetivo real de la marcha, que sí que se preocupa de lo que dicen de los demás, que intentan que funcionen las cosas, a pesar de que en principio reine mucho caos alrededor y que haya una apatía general. Lo mejor que hay es eso, y como nos reciben los pueblos, sobre todo, como realmente sienten que estamos haciendo algo que es loable. Por tanto, me quedaría con algunas personas de la marcha y sobre todo con cómo nos recibe la gente de algunos pueblos, que nos reciben muy entusiasmados, que nos dan todas las facilidades del mundo, que nos dan apoyo, y todo eso es lo que más sentido le da a esto.

P: ¿Algún momento bueno y algún momento malo?

C: Después de dos meses y pico decir solamente un momento bueno y un momento malo… pero bueno, si tuviese que poner serían algunas asambleas populares, algunas veces que la gente parecía que ya se involucraba y empezaba a trabajar en grupos de trabajo, y algún día que empezamos a ir todos juntos. Y luego fallos, pues no sé…

P: Momentos...

C: Momentos. A ver, la asamblea de Cogollos, cuando unas niñas de once años crearon ellas mismas la asamblea de su pueblo, la asamblea de Lerma que hicimos con niñas de ocho años, toda la parte de Euskadi…. Momentos puntuales malos, te digo, el asunto del Cubano, el asunto de Celes, ¡todo el asunto Cordón!

P: ¿Todos estos asuntos por qué fueron?

C: Todos derivados del dinero, curiosamente. De un movimiento que se supone que no valora tanto el dinero, que está en contra del dinero, en contra del mal uso del dinero, de la apropiación indebida, de la malversación… de todo eso. Y también por personas con egos muy fuertes.

P: ¿Cómo te esperabas esta marcha y de qué forma te ha sorprendido?

C: Pues no me la esperaba de ninguna forma ya que, como ya dije antes, al haberme metido sólo un día antes no me dio tiempo de hacerme ningún tipo de planteamiento previo. Y cómo me ha sorprendido, pufff… ya más o menos creo que se resume con lo que dije antes.

P: ¿Qué objetivos te gustaría que se cumplieran con esta marcha?

C: ¿Qué se cumplieran a partir de ahora o que ya se han cumplido?

P: Las dos cosas, si quieres.

C: Vale. Pues que se haya cumplido: que hemos hecho difusión del movimiento fuera de las fronteras de España, que en Francia era un movimiento que, sobre todo en algunas ciudades puntuales, había una idea un tanto confusa de lo que era realmente el movimiento; y en lo que es la convivencia y tal, espero que muchas personas hayan aprendido lo que es el hecho de caminar, de tener que cocinar, o tener que comer en plan de lo que hay, de sufrir un poco, por decirlo así, dejarse de tanta comodidad. Y objetivos que más a futuro espero conseguir: que haya una coordinación entre el resto de las marchas, entre toda la gente que quiere cambiar esto, y eso, intentar convencer a más gente, intentar que la parte de Bruselas sobre todo, sirva para que la gente tenga un poco más de información y pueda tener un pensamiento crítico, más justificado, más razonado, no solo decir que el mundo está mal, sino ¿por qué está mal? Porque los políticos son muy malos y las empresas son peores. Que tengan datos. Llevar una propuesta de solución en lugar de sólo una queja reiterada.

P: ¿Qué clase de vínculos personales crees que se están creando en la marcha? ¿Crees qué son muy diferentes a lo que se ve fuera?

C: Son iguales pero mucho más intensas. Es lo típico, como cuando te vas a compartir piso o te vas de camping. Lo diferente aquí es que vas descubriendo personas que no conocías previamente, pero al menos unidos por el objetivo común que se persigue. Y que al haber gente de tan diferentes ambientes y de unas zonas muy distintas del mundo, pues tienen un pensamiento ya muy distinto entre ellos, y un intento por coordinarlo todo, que… no sé. ¿Cuál era la pregunta exactamente?

P: La pregunta era qué tipo de vínculos o relaciones personales se realizan en la marcha y si son muy diferentes a los que hay fuera de la marcha, en el mundo real, si quieres...

C: Yo creo que son iguales, ya que las emociones que siente una persona son las mismas aquí o en su vida real, por decirlo así, pero luego aquí lo que pasa es eso, normalmente es una convivencia mucho más estrecha, muchas más horas, y tal, pues se manifiestan de una forma más violenta, con más fuerza.

P: ¿Qué diferencia hay entre una marcha y una acampada?

C: Pues hombre, para empezar, una es estática, y la otra es mucho más dinámica, por la afluencia de gente que entra, gente que sale, y todo eso, que en las acampadas es mucho más estable. Aparte, aquí nos centramos más en lo que es la labor de difusión, mientras que en las acampadas es más ya de un intento de resolución de los problemas y tal. Y poco más… bueno, comparado con mi acampada, aquí hay más buscavidas.

P: ¿Crees qué ha cambiado mucho el Cristo que salió de Sol al de ahora? ¿Crees que hay cosas que pueden cambiar incluso cuando vuelvas?

C: No.

P: Vale.

C: Yo ya estoy curado de espanto.

P: ¿Qué tipo de sociedad te gustaría que surgiera?

C: Lo primero, una sociedad mucho más justa. En primer lugar, las personas consumen más de lo que necesitan, sólo por deseos inculcados, la gente tiene que intentar aprender a vivir con lo que realmente necesita, no con lo que vende la televisión o con la envidia que siente por el vecino. Y luego, aparte de eso, que sea una sociedad mucho más sostenible a nivel ambiental. Cuando la gente aprenda a saber las cosas que realmente necesita, que quiere, y estén complacidas, con eso ya se supone que se conseguiría, al menos, parte de su felicidad, al menos no se sentirían tan infelices.

P: Después de Bruselas ¿qué quieres hacer y qué crees que va a pasar con este grupo?

C: Pues aún no lo tengo muy claro, me gustaría, por ejemplo, ir a Alemania, ya que es el principal motor de Europa, a nivel económico y político, ahora mismo…

P: ¿Cómo marcha?

C: Sí, pero tampoco lo tengo muy claro. Lo que también me gustaría es volver a mi ciudad para ver como se está desarrollando el movimiento y, sobre todo, porque considero que es más importante ahora volver a centrarnos cada uno en su ciudad que seguir con esta marcha, porque eso lleva a intentar vivir del movimiento en sí en lugar de trabajar por el movimiento. Y aparte, considero que es mucho más fácil estar en una marcha que en una acampada. Y después, con algunas personas sí que se va a tener trato, sí que van a mantener las relaciones, sobre todo por ese afán de lucha, de intentar cambiar las cosas, y luego con otros, me imagino que… adiós muy buenas, básicamente.

P: ¿Echas en falta alguna pregunta o algo que quieras contestar?

C: No, yo creo que está bastante bien.

P: Bueno, pues si se te ocurre algo me lo dices…

C: Nada, lo único es que no me esperaba esto del género humano, la verdad. A pesar de tener una visión pesimista, por creer que las cosas se podrían haber hecho mucho mejor, ya que teníamos esta oportunidad, considero que con solo esto, para mí, es bastante satisfactorio, la verdad, y me da un poco más de fe en la humanidad, al menos parece que hay posibilidades de querer cambiar, en vez de seguir con lo mismo…

P: ¿Porque nunca te habrías esperado que podría surgir algo como lo que ha pasado con el 15M y ha superado tus expectativa?

C: Sí. Por eso, precisamente, me uní a este movimiento. Llegué al principio, muy receloso de lo que podría llegar a ser esto, pero cada vez me estuve involucrando más, y me fue encantando. Y por eso, el hecho de que a veces parezca un poco pesimista, lo vuelvo a reiterar, es porque sé que se pueden hacer las cosas mucho mejor, pero bueno, sé que también hay que ser un poco blandos con las personas, que están empezando todavía en esto de la justicia y de dejar los egos en pos de un bien común.

P: ¿Ha habido algún momento que has pensado dejar la marcha?

C: Realmente, no. Como mucho, dejar de implicarme tanto en la marcha, pues sí, lo hice, pero dejar la marcha nunca.

P: ¿Y por qué crees que has podido seguir durante tantos meses y hacer todo esto? ¿Cuál ha sido tu motivación?

C: Sobre todo ver a algunas personas que, a pesar de que las cosas vayan mal, seguían luchando. Por ejemplo: cuando veía a personas en cocina o tal, que veía que realmente estaban implicadas, eso ya me hacía querer ayudarles, fregar y cosas así, como pasó cuando estuvieron los alemanes y los yankis en la cocina, cuando estuvo Guille…. Esas personas que, a pesar de que las cosas vayan mal, no se quiebran, y eso es lo que me da fuerza para seguir adelante y ayudar.

P: ¿Has visto muchas diferencias entre personas de diferentes nacionalidades, por ejemplo, entre franceses y españoles?

C: Pues hombre, sí, pero son cosas que se sabían: que los españoles gritan mucho, en general, que los franceses son bastante blandos, que tienen bastante miedo a la policía... El hecho de que se intentase coordinar todo, tanto por un lado como por otro, a pesar de las diferencias es bueno. El mayor problema que vi es la traducción, que muchas personas no las respetaban, y eso sí que no me gustó.

P: ¿Crees que es posible entonces un movimiento internacional? ¿Una coordinación internacional?

C: Sí, pero es muy difícil, porque a nivel europeo tenemos una cultura muy común, con valores similares. Ahora, el hecho de ampliarlo más a, por ejemplo, a África, Asia... lo veo complicado, pero factible también.

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